La paciencia es una capacidad con la que convivimos, el trabajo, las labores de la casa, los estudios, los hijos, son un cúmulo de situaciones que llevan a las personas a vivir a un ritmo acelerado y cargándole a las espaldas una mochila repleta de estrés, ansiedad, malestar, negatividad…Todo esto es directamente proporcional a la perdida de la paciencia, ¿Quién no ha pegado un grito innecesario? ¿Quién no ha pensado en desaparecer por unos días en alguna ocasión? ¿Quién no se ha sentido incapaz de llegar a la meta? Todo esto no hace mejor o peor persona a nadie, simplemente le da la pista que le faltaba para darse cuenta que necesita un cambio, o simplemente, aprender a gestionar las adversidades que puedan ir ocurriendo en el día a día.
En casa, con los/as hijos/as, muchas veces se pierde la paciencia, pero nadie ha nacido sabiendo, por lo que siempre estas a tiempo de aprender pequeños trucos que seguro que te ayudarán
Nunca se debe de perder el respeto o gritar a la persona que tienes a tu lado. Muchas veces no se dan cuenta de que no puedes hacer mil cosas a la vez y solo quieren que les hagas caso a ellos/as, por lo que, sin perder la paciencia, hay que explicar que en ese momento no puedes atenderle, ya que estas ocupado/a realizando otra tarea, pero que no se preocupe, en el momento que puedas, atenderás a sus necesidades.
Hay que saber parar, respirar hondo y ponerse en la piel de los demás. Igual tus hijos/as te insisten tanto porque requieren de tu atención. A veces, las cargas diarias hacen que lo principal se vuelva secundario, estar a su lado, sentarte y escuchar todo aquello que te quieren contar o jugar un rato juntos.
Teniendo en cuenta la edad del niño o la niña, hay que darles responsabilidades y aprender a confiar en ellos, saben y pueden hacer más cosas de las que piensas. Eso sí, no todo saldrá bien a la primera, tiempo al tiempo. Invítales a ayudarte con las labores de la casa.
A los/as hijos/as de vez en cuando les gusta romper las reglas, tranquilo/a, hay que buscar un plan B. Que cambiar los planes no te suponga un estrés.
Infórmate y trabaja la inteligencia emocional, te ayudará tanto con pequeños como con adolescentes. Saber identificar sus emociones y aprender a regularlos te será de mucha ayuda.
“La paciencia no es la capacidad de esperar, sino la capacidad de tener buena actitud mientras esperas” Joyce Meyer
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